1 Corintios 3:16 ¿No saben que ustedes son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
¿Qué sucede cuando “lo que siempre hemos hecho” es pecado? Los comerciantes y los cambistas de dinero estaban sentados cómodamente en el gran patio del templo, atendiendo sus asuntos “como siempre lo habían hecho”. Los corderos y las palomas se lamentaban en sus jaulas. El olor apestaba. Unos hombres discutían sobre el cambio de dinero. ¿Quién engaña a quién?
Aunque un poco extraños, eran los negocios “que siempre habían hecho” en el templo de Dios. Ese mercado era conveniente para todos: para los peregrinos que necesitaban comprar sacrificios para ofrecer, y más aún para las autoridades del templo que ganaban una comisión. Sí, ese mercado en la Corte de los Gentiles era muy conveniente para todos, menos para quienes se suponía debían estar allí: cualquier persona, incluso un extranjero no judío, que quisiera orar al Dios de Israel… ¡si lograba concentrarse!
En esa confusión entra Jesús con los ojos destellando, las manos ocupadas trenzando un látigo: “¿Acaso no está escrito: ‘Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones’? ¡Pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones!” (Marcos 11:17). Y las mesas con dinero caen al suelo y las sillas de los vendedores de pájaros salen volando. "¡Saquen estas cosas de aquí!", dice.
En muy poco tiempo los mercaderes habían desaparecido; en su lugar, los fieles usaban el lugar para la oración. Personas ciegas y cojas fueron sanadas por Jesús y cualquiera que se acercara escuchaba hablar acerca del reino de Dios.
¿Qué es “lo que siempre has hecho” en tu corazón? ¿Hay algo que no debería estar allí? Si es así, pídele a Jesús que lo reemplace con lo que debería ser habitual: adoración, oración, aprendizaje, servicio. Él con gusto lo hará, pues tu corazón es su hogar.
ORACIÓN: Señor, haz de mi corazón un hogar apropiado para ti. Amén.
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN:
¿Qué cosas inapropiadas quisieras que Dios quitara de tu corazón?
¿Qué cosas apropiadas quisieras que el Espíritu Santo establezca en tu corazón?