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Devocional: Satisfacción al adorar

Por: Mendoza Daniel
Devocional: Satisfacción al adorar
Fecha: Miércoles, 27 de septiembre del 2017 ID: 201700001088

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Salmo 63:3-5 Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca

El santuario desértico y solitario dejó a David sediento y hambriento, no sólo por comida, sino de una comunión significativa con su Dios (Salmo 63:1-2) a medida que continúa su canción, David describe una segunda decisión que tomó para cultivar una relación con el Señor: él decidió expresar alabanza al Señor (63:3-5)

Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca.

No hay nada místico o misterioso acerca de alabar a Dios. Los versos 3 y 5 nos dicen que la alabanza es algo que hacemos con nuestros labios, no sólo con nuestra mente. Hablamos algo en voz alta para que otros puedan escuchar nuestras palabras de afirmación referentes al Señor, y al igual de importante, para que nosotros podamos escuchar estas palabras. El verso 4 dice que se debe hacer mientras vivamos, así que no es un asunto semanal. Por  otro lado donde la misericordia de Dios mueve a David a alabar a Su Señor (63:4), alabar satisface su alma de acuerdo al verso 5.

Sí, la alabanza es un aspecto significativo profundo de nuestra adoración personal. Desafortunadamente, muchos temen la alabanza porque la asocian con algún tipo de alabanza alocada, incontrolada y altamente emocional en que los individuos se desmayan, gritan, saltan y danzan incontrolablemente en los pasillos. Mira, la alabanza es importante y no está limitada a servicios organizados. La alabanza es un flujo constante de agradecimiento a Dios en cada circunstancia durante todo el día. Luego, cuando estamos solos, la alabanza es parte de nuestra oración.

Una oración puede dividirse en cinco partes:

Confesión (Prov. 28:13, 1Juan 1:9) tratando completamente con los pecados en nuestras vidas, poniéndonos de acuerdo con Dios de lo que estuvo mal, luego recibiendo el perdón.

Intercesión (1 Tim 2) recordando a otros y sus necesidades en oración.

Petición (Filipenses 4:6, Heb 4:15-16) trayendo nuestras necesidades a Dios. Recordándolas y pidiendo cosas al Señor para nosotros.

Agradecimiento (1 Tes 5:18) oración que expresa gratitud a Dios por Sus bendiciones específicas y regalos que nos ha dado.

Alabanza (1 Cron 29:11-13) expresiones de adoración dirigidas a Dios sin mencionarnos a nosotros ni a nadie más, sólo a Dios. Alabamos a Dios al expresar palabras de honra a él por Su carácter, Su nombre, Su voluntad, Su Palabra, Su gloria, etc.

Cuando un hombre corteja a la que será su esposa, la alabanza se convierte en una parte importante del cortejo. Cuando él aprecia la belleza de su cabello, él debe expresarlo verbalmente. Él debe alabar su belleza, su perfume, su ropa, etc. Si disfruta de su comida o un don especial, debe expresar su apreciación. Si él admira la forma en que ella se expresa, debe decir algo al respecto. Cuando amas a alguien, la alabanza es natural porque es una parte genuina de una relación en crecimiento.

La alabanza no es algo que hacemos para Dios, Él no tiene ningún ego que alimentar. Nosotros alabamos a Dios por lo que Él ha hecho por nosotros. David encontró satisfacción personal al expresar alabanza al Señor.

Por Charles Swindoll 

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

Jeremías 2:19 (RVR 1960)

Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

Palabras Claves: Charles Swindoll Reflexiones

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