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Devocional: La paz de Dios

Por: Mendoza Daniel
Devocional: La paz de Dios
Fecha: Sábado, 25 de mayo del 2019 ID: 201700002795

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Juan 14:27 la paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la doy como el mundo la da.

Paz en la tierra, eso es lo que todos quieren. Pero nadie puede garantizar la paz externa porque nadie puede controlar a otra gente o a las circunstancias. Las naciones firman y rompen tratados de paz con una regularidad atemorizante. Parejas se quejan diciendo que habría paz en sus hogares sólo si su pareja se comportara de cierta manera. Nadie puede garantizar paz en el hogar o en el lugar de trabajo. Sin embargo, siempre debemos esforzarnos en ser pacificadores. Jesús dijo: Benditos los pacificadores, pues serán llamados hijos de Dios (Mat 5:9), Pablo instruyó: de ser posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres (Rom 12:18)

Pero enfrentémoslo, la paz con otros no siempre es posible, porque la paz no sólo depende de nosotros. La paz en la tierra es lo que queremos, paz con Dios es lo que tenemos, la paz de Dios es lo que necesitamos.

Paz con Dios es algo que tú ya tienes (Rom 5:1) No es algo por lo que luches, es algo que has recibido cuando naciste de nuevo. El Príncipe de Paz te reconcilió con Dios al derramar Su propia sangre.

La paz de Dios es algo que necesitas apropiarte diariamente en tu mundo interno en medio de las tormentas que parezcan levantarse en el mundo externo (Juan 14:27) Hay muchas cosas que pueden perturbar tu mundo externo porque no puedes controlar todas tus circunstancias y relaciones. Pero puedes controlar el mundo interno de tus pensamientos al permitir que pensamientos de paz de Cristo gobiernen en tu corazón diariamente (Col 3:15) Puede que haya caos a todo tu alrededor, pero Dios es más grande que cualquier tormenta. Yo tengo una pequeña placa en mi escritorio que me recuerda: Nada me pasará hoy que Dios no pueda resolver.

La paz de Cristo gobernará en tu corazón cuando permitas que las palabras de Cristo habiten abundantemente en ti (Col 3:16) Y cuando te vuelvas a Él en oración, la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará tu corazón y tus pensamientos en Cristo Jesús (Filip 4:7)

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Príncipe de Paz, gobierna en mi corazón, dame Tu paz y hazme un pacificador en todas mis relaciones, amén.

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

1 Corintios 10:23 (RVR 1960)

Todo me es lícito, pero no todo conviene;todo me es lícito, pero no todo edifica.

Palabras Claves: Neil AndersonReflexionesLa paz de Dios

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