2 Cor 4:11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
¿Cuál es el propósito de los tiempos difíciles en nuestras vidas? ¿Qué está tratando de hacer Dios? ¿Qué está tratando de enseñarnos? Pedro escribió: “amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria so gocéis con gran alegría” (1 Ped 4:12-13)
En el ministerio de prueba de Dios, aprendemos mucho de nosotros mismos. Lo que queda del consejo simplista como “lee tu Biblia” o “esfuérzate” u “ora más” se desvanece. La mayoría de las personas que están pasando por una prueba les encantaría resolver la crisis, pero aparentemente no pueden y no saben por qué.
En este ministerio de Dios aprendemos compasión. Aprendemos a esperar pacientemente con las personas. Aprendemos a responder ante las necesidades emocionales de las personas que han perdido la esperanza. Lloramos con los que lloran. No tratamos de enseñar, instruir o aconsejar. Si Dios quitó toda bendición externa y redujo las posesiones a nada más que relaciones significativas, ¿sería eso suficiente para sostenernos? Sí, yo creo que sí.
Quizá Dios nos lleve hasta el fin de nuestros recursos para que podamos descubrir la inmensidad de los Suyos. No escuchamos muchos sermones acerca del quebrantamiento en las iglesias en estos días, sin embargo en los cuatro Evangelios, Jesús nos enseñó a negarnos a nosotros mismos, a tomar nuestra cruz diariamente y a seguirle. No conozco ninguna forma de morir a nosotros mismos que no conlleve dolor, pero sí sé que es necesario y que es lo mejor que nos puede pasar.
Sin dolor no se gana, dice el instructor. ¿No es lo mismo en el mundo espiritual (Heb 12:11)? El carácter probado viene de perseverar a través de las tribulaciones de la vida (Rom 5:3-5) Cada periodo de gran crecimiento en mi vida personal y ministerio ha sido precedido por un gran tiempo de prueba.
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Señor, me someto a Tus pruebas, para llegar al final de mis recursos y descubrir con alegría los Tuyos, en el nombre de Jesús, amén.