Números 14:1-25 Los israelitas se rebelan en contra de Dios. Dios amenaza con destruirlos, Moisés intercede por ellos y Dios los perdona.
Si mueves el corazón de Dios, mueves la mano de Dios. Un guiño de Dios y tu destino cambiará.
¡Tu intercesión puede mover el corazón de Dios!Desde que salieron de Egipto, los israelitas se la pasaron quejándose y rebelándose. Agotaron la paciencia de Moisés (y la de Dios) más de una vez. Ahora a punto de cruzar a la Tierra prometida, ellos se rebelan de nuevo.
Josué y Caleb dos de los doce espías que Moisés había enviado a checar la tierra estaban listos para entrar inmediatamente y tomar la tierra que Dios había prometido. Los otros diez espías lanzaron un cubetazo de agua fría en todo el asunto. Ellos pensaron que la tarea era imposible. Desafortunadamente los israelitas escucharon a los diez en lugar de a los dos. En una violación directa al mandato de Dios ellos se negaron a cruzar el Jordán.
Fue la gota que derramó el vaso para Dios. Él estaba listo para destruir a la gente por su rebelión. Entonces Moisés se interpuso e intercedió por el pueblo. El le recordó a Dios su paciencia, misericordia y naturaleza perdonadora.
Increíblemente, Dios respondió: “… los he perdonado de acuerdo a tu palabra” La intercesión de Moisés movió el corazón de Dios y Dios movió su mano. En lugar de destruir a la gente, Dios los hizo errar por 40 años en el desierto hasta que cada miembro de esa generación rebelde muriera excepto Josué y Caleb.
Puedes pensar que Moisés siendo “amigo de Dios” tenía una onda especial con Él. La verdad es que en Cristo todos tenemos ese mismo acceso y la misma “onda” con Dios. Es parte de nuestra herencia como Sus hijos. Santiago dijo: “la oración eficaz del justo puede mucho”.
El Rey escucha a los que se acercan a Su corazón. Él voltea su oído especialmente en su dirección. Cuando Él huele la fragancia de humildad y escucha el lenguaje apasionado de la adoración, Él se mueve rápido para responder.
¿Qué hay en tu corazón que te parece imposible? ¿Qué anhelo tienes para ti o para alguien querido que parece muy distante como para siquiera esperarlo? No te des por vencido en tu deseo. En Cristo tú tienes acceso al corazón del Padre. La humildad y la adoración te llevarán justo ante Su presencia. Él está esperando, aún anhela escuchar de ti. ¡Tú puedes mover el corazón de Dios!
Por Tommy Tenney
ORACION
Padre, estoy asombrado de que nos permitas mover Tu corazón, ayúdame a acercarme a ti. Enséñame como orar de acuerdo a tu voluntad y propósito.